La llegada de la guitarra a Chile

La guitarra llega a Chile con los conquistadores españoles, quienes traen sus costumbres del viejo continente. Una vez posesionados en nuestras tierras,  comienzan a fundar ciudades y villorrios  en gran parte de nuestro país. La música cumple un rol fundamental en las familias españolas y de origen noble, donde se aprenden  a tocar diversos instrumentos musicales, como pasatiempo, entre ellos la guitarra.

 También es  posible encontrar testimonio de la presencia de instrumentos musicales en las órdenes religiosas que llegan a nuestro país, en las cuales los cánticos eran acompañados por el dulce sonido de las guitarras.

Al no existir artesanos (luthiers), que viajaran desde Europa a establecerse en nuestras tierras,  los primeros instrumentos llegan de mano directa de los colonizadores y evangelizadores. Más tarde los músicos mencionados  anteriormente, mandarían a pedir a Europa los instrumentos necesarios en la medida que los requirieran,  pero aun así no llegan en gran cantidad.

Guitarra barroca José Benedict (Cádiz 1812) encontrada en Chile, en el convento de las carmelitas descalzas

*Investigación realizada por María Paz Valenzuela (Universidad de Chile)

En el proceso de mestizaje, las ciudades comienzan un explosivo desarrollo económico y cultural, lo que trae como consecuencia  que la guitarra “salga de los conventos y casas de familias acomodadas” para instalarse entre criollos, que realizan  diversas actividades y que pertenecen a diferentes estratos sociales.  Comienza la guitarra fusionarse con nuestras tradiciones;  chinganas, tabernas, danzas campesinas y las ya mencionadas actividades en conventos y sectores acomodados, dan a la guitarra un sitial de importancia en nuestra sociedad. Esta gran demanda de instrumentos hace necesario importar desde el viejo continente los instrumentos que demanda este nuevo escenario musical.

Algunos inmigrantes llegados a nuestras tierras (italianos, alemanes, franceses, sumados a los ya mencionados españoles) vienen  a enriquecer y ampliar el repertorio musical y cultural del emergente país. Entre ellos encontramos también, a comerciantes, que con gran visión instalan sus tiendas de importaciones de instrumentos musicales o almacenes de música en las ciudades de mayor desarrollo del país. Santiago, Valparaíso y Concepción Son las principales. Es en este período desde la segunda mitad del siglo XIX en que llegan gran cantidad de instrumentos musicales, entre los cuales destacan pianos, mandolinas, bandurrias, guitarras, violines y su familia, flautas, oboes , clarinetes,  bandoneones, entre otros.

Es importante también destacar a Valparaíso como gran actor en este período, ya que siendo el puerto más importante del pacífico sur, se transforma en una especie de “casa de acogida de mercaderes , viajeros,  marineros, y artistas de diversas zonas del globo, que encantados por la belleza de alguna mujer, o habiéndose enamorado de la bella ciudad, se quedan a vivir en Valparaíso,  y con ellos sus tradiciones y costumbres musicales , por ello no es extraño encontrar la presencia de algunos instrumentos exóticos que se suman a los antes nombrados.

La excesiva demanda de instrumentos desde América y otras regiones del planeta, genera el desarrollo de los talleres de luthería en Europa  (principalmente España) donde hasta 1850 eran los mismos luthier más unos cuantos ayudantes, los que construían los instrumentos. Esta gran explosión hace que crezcan rápidamente estos talleres para satisfacer las necesidades de los músicos, es aquí donde las líneas de trabajo alcanzan su máxima expresión.

Algunos grandes talleres de la época son los de Jaime Ribot,  Salvador  Ibañez, Juan Estruch, Telésforo Julve,  Hermanos Sentchordi, Andrés Marín, por mencionar algunos,  en España.  Cabe señalar que las guitarras provenientes de estos talleres son de gama intermedia a baja, y solamente  quedan destinadas a las manos de los constructores de cabecilla, las guitarras de concierto, las cuales son numeradas y firmadas por dichos autores.

Por otro lado perdurarán en Europa algunos  talleres que siguen prefiriendo los trabajos más personalizados  y privilegiarán la calidad por sobre la cantidad, estos talleres seguirán trabajando como en la mayoría de los casos con la tradición de años en la construcción, destacan aquí algunos como: Vicente Arias, Manuel de Soto y Solares, Domingo Esteso, Ignacio Fleta, José Ramirez Planells , entre otros.

Más adelante las casas de importación llegaran a acuerdo con los grandes talleres para que estos les envíen guitarras fabricadas en España, sin etiquetar , de tal manera que serán las casas de importación las que les adhieran sus propios sellos en el interior,  será el esplendor de las casas de importación de instrumentos musicales.

Algunos ejemplos de etiquetados en las guitarras españolas llegadas a las casas de importación de nuestro país

Almacén de música fundado en 1859

Esteban Egaña Silva

Septiembre del 2013